martes, 23 de junio de 2009

Réquiem por una pala

El pasado día 14 sucedió un hecho luctuoso: una pala de pádel cayó en acto de servicio.

Era un partido normal, en un día normal (y muy caluroso) y un golpe normal acabó con mi Bullpadel Spirit color rojo pasión.

Pocas palas habrán sufrido más golpes: contra las paredes, contra otras palas, contra la cabeza y otras partes duras de otros jugadores... y contra sus partes blandas también. Sin embargo fue un golpe sencillo, un mate en la red a una bola fácil, uno de tantos hasta la fecha, pero la pala dijo basta. Soltó un quejido hueco y las heridas se hicieron visibles. Como una imagen vale más que mil palabras, aquí está la prueba:


Desde aquí pido un sentido homenaje a esta pala que tantos buenos ratos de pádel me ha permitido disfrutar. Si no lo haces no pasa nada: yo tampoco lo he hecho.

In Memoriam

Bullpadel Spirit
7 abril de 2008 - 14 de junio de 2009


La vida sigue y un padelista no puede jugar sin su pala. Ya le he encontrado sustituto: una Dunlop Inferno Max, de nombre rimbombante, esperemos que esté a la altura del mismo.


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