viernes, 6 de marzo de 2009

Diccionario Padelaccio: E

Empanado - estado de habitual de los padelistas, caracterizado por una actividad cerebral casi nula y que le impide llevar la cuenta de los puntos, saber dónde hay que colocarse en cada juego o atender a las arengas del compañero. Normalmente la única manera de salir de este estado catatónico es ir perdiendo el partido o recibir un pelotazo (mejor si es en los genitales). Unas personas son más propensas al empanamiento: Alberto es más empanable que Jesús, que al menos se encarga de llevar la cuenta.

E
mpate
- palabra que no existe en el diccionario de un padelista de verdad. Término más frustrante que ver a la eterna promesa Guti malgastar su talento como futbolista. Un partido no puede acabar empatado. Si se acaban las horas de la pista y el partido sigue empatado, se desempata en la calle, jugando street pádel, a las chapas o a hostia limpia. Antes de recurrir a la violencia se recomienda jugar el último punto del partido como una especie de muerte súbita o punto de desempate. Después sí, ya pueden empezar las hostias.


Espartanos - un sonido vale más que mil palabras (escritas). Véase "Pareja Espartana".








Espectadores - dícese de la gente que se encuentra en el exterior de la pista y que muestra cierto interés por el juego que desarrollamos. No, no son fans ni groupies (más quisiéramos). Si acaso gente aburrida o simplemente los jugadores de la hora siguiente que nos miran amenazadoramente para ver si nos vamos.

E
spumillón
- extraña suerte del pádel que se basa en golpear a la bola con el marco superior de la pala, casi siempre de forma ajena a la voluntad del jugador. Se suele dar en mates e intentos de voleas violentas. La mayoría de la veces la bola sale despedida alta y hacia atrás, pero cuando lo hace hacia adelante resulta una dejada con efecto muy coñera y sonoramente maldecida por el rival.

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