Tarde calurosa en el C. T. Coslada. La pareja de origen indroso formada por Alberto y Carlos se enfrentaba en un duelo estelar a la Pareja Espartana. Un enfrentamiento anterior dio una ajustada victoria a la pareja Carlosalberto frente a una casi inédita formada por Víctor y Jesús, por lo que también se respiraba aire de revancha.
La Pareja Espartana saltó a la pista dispuesto a darlo todo, con sus dos integrantes inspiradísimos. Jesús en su línea ascendente de los últimos partidos y Miki como complemento perfecto jugando a un altísimo nivel. En el otro lado, los numerosos errores no forzados impedían a Carlosalberto poder engancharse al partido. El huracán espartano se llevaba el primer set con suficiencia: 6-1. Digamos que este primer set fue un ejemplo perfecto de padelaccio combinado con agresividad. Los globos de Miki descolocaban a una pareja que todavía tenía que hacerse a la pista, y sus remates no eran todo lo preciso que se necesita para contrarrestar al padelaccio.
En el segundo set más de lo mismo. Alberto no terminaba de entrar en juego y se mostraba tímido en la cancha. Su compañero Carlos sujetaba a la pareja y se mostraba firme en la red con sus potentísimos remates que en un alto porcentaje volvían a su pista o se marchaban fuera. Este hecho desconcertó un poco a la Pareja Espartana, que sufrió varias acometidas de Bomberman Carlos hasta que pudo contrarrestar sus poderosos remates corriendo como locos hacia la red. Era el punto o la vida, porque un pelotazo de esos perfectamente podría abrir un nuevo orificio en los ya castigados cuerpos de nuestros padelistas.
Esta manga fue mucho más movida y con menos cabida para el juego especulativo del padelaccio. Digamos que se jugó a la manera de Jesús, con agresividad desde el fondo y determinación en la red. Está mal que lo digamos, pero este set también fue otro paseo espartano: 6-3.
Mientras se jugaba este encuentro con puntos de gran nivel e intensidad, la maravillosa y nunca suficientemente bien ponderada megafonía del C. T. Coslada recordaba la prohibición de jugar sin camiseta. El C. T. Coslada no debe de tener en alta estima a la gente que allí va a jugar, porque creo que consideran que tienen algún tipo de problema mental que les impide entender y/o retener lo que la megafonía dice, así que ellos se encargaban de repetirlo con machacona frecuencia: cada 2 minutos y con un mayor tono de mala leche. Amigos, montar un sistema de megafonía es caro y hay que amortizarlo día a día, minuto a minuto.
La Pareja Espartana saltó a la pista dispuesto a darlo todo, con sus dos integrantes inspiradísimos. Jesús en su línea ascendente de los últimos partidos y Miki como complemento perfecto jugando a un altísimo nivel. En el otro lado, los numerosos errores no forzados impedían a Carlosalberto poder engancharse al partido. El huracán espartano se llevaba el primer set con suficiencia: 6-1. Digamos que este primer set fue un ejemplo perfecto de padelaccio combinado con agresividad. Los globos de Miki descolocaban a una pareja que todavía tenía que hacerse a la pista, y sus remates no eran todo lo preciso que se necesita para contrarrestar al padelaccio.
En el segundo set más de lo mismo. Alberto no terminaba de entrar en juego y se mostraba tímido en la cancha. Su compañero Carlos sujetaba a la pareja y se mostraba firme en la red con sus potentísimos remates que en un alto porcentaje volvían a su pista o se marchaban fuera. Este hecho desconcertó un poco a la Pareja Espartana, que sufrió varias acometidas de Bomberman Carlos hasta que pudo contrarrestar sus poderosos remates corriendo como locos hacia la red. Era el punto o la vida, porque un pelotazo de esos perfectamente podría abrir un nuevo orificio en los ya castigados cuerpos de nuestros padelistas.
Esta manga fue mucho más movida y con menos cabida para el juego especulativo del padelaccio. Digamos que se jugó a la manera de Jesús, con agresividad desde el fondo y determinación en la red. Está mal que lo digamos, pero este set también fue otro paseo espartano: 6-3.
Mientras se jugaba este encuentro con puntos de gran nivel e intensidad, la maravillosa y nunca suficientemente bien ponderada megafonía del C. T. Coslada recordaba la prohibición de jugar sin camiseta. El C. T. Coslada no debe de tener en alta estima a la gente que allí va a jugar, porque creo que consideran que tienen algún tipo de problema mental que les impide entender y/o retener lo que la megafonía dice, así que ellos se encargaban de repetirlo con machacona frecuencia: cada 2 minutos y con un mayor tono de mala leche. Amigos, montar un sistema de megafonía es caro y hay que amortizarlo día a día, minuto a minuto.
El tercer set comenzó como los dos anteriores, con los espartanos intratables. Sin embargo, la pareja Carlosalberto entraba poco a poco en juego, jugando sin la presión del que va dos sets abajo. Un break les ponía el empate en bandeja, poco a poco los juegos se alargaban, llegaban al deuce. Las bolas que se quedaban en la red iban entrando y los espartanos ya no eran los dos los dos primeros sets. Conclusión: se llegó al fatídico tie-break. Algo parecido había sucedido en el partido frente a Víctor y Jesús: estos no supieron cerrar el encuentro con un set en ventaja y dejaron que les robaran el set en el desempate. Y como ya se sabe que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, un tie-break espartano lamentable (lamentable es decir poco) permitió a Carlosalberto estrenar su marcador de sets.
Había cierto malestar en la Pareja Espartana. Sabían que si sus rivales habían entrado en el partido era porque ellos y sólo ellos les habían dejado entrar. Así que volvieron a entrar como un tifón en el cuarto set: 4-1 en un periquete. ¿Todo estaba hecho? Ni mucho menos: un break al saque de Jesús con un Miki desastroso en el remate dejaba el camino expedito para el 4-4. La pareja Carlosalberto ya no era la misma que había empezado el encuentro: vale que estaban cansados, pero también arriesgaban menos e iban paso a paso cimentando su remontada; con las ideas más claras ponían en verdaderos aprietos a unos espartanos menos inspirados. Con 5-5 y 40-0 para Carlosalberto, Jesús se plantó y le dijo claramente a Miki que había que ganar ese juego por lo civil o por lo criminal. Con el cuchillo entre los dientes iban a conseguir el break al saque de Alberto. Jesús tuvo que restar con su malicia habitual y Miki volar para llegar a las pelotas de vuelta de Bomberman Alberto; les iban empujando a pelotazos (no literalmente), sabedores de que quedaba poco tiempo. Los espartanos de los dos primeros sets habían aterrizado justo a tiempo para llevarse el juego. Jesús con su saque rubricó una valiosa victoria, por el rival y el juego desplegado. Estos espartanos apuntan alto, tienen sed de sangre y buscarán una nueva victoria frente al mismo rival la semana que viene.
Una vez que los cuatro jugadores se encaminaban felices a la salida, un encargado de las pistas nos recordó la importancia de lavarse. No es otro ejemplo del C. T. Coslada en su campaña por la higiene en el pádel, sino que resulta que esa misma mañana habían fumigado, en un estéril intento por exterminar a los monstruosos bichos que por allí pululan y que pican de lo lindo. Todos sus esfuerzos fueron en vano, no porque no nos laváramos (faltaría más), sino porque seguimos en pie (bichos más bichos que nosotros no hay, ya se sabe que mala hierba nunca muere) y porque un servidor vio cómo durante el partido un par de avispas campaban a sus anchas por la poco verde y muy arenosa moqueta de la pista 4 del C. T. Coslada.
Como punto final de esta crónica, hecha de manera apresurada, cabe destacar la actitud de Miki durante el partido, que ha llevado el robabolismo a una nueva dimensión. De todos es sabido que Jesús es un robabolas, pero uno clásico, de los que roba bolas claras del compañero cuando éste no ha llegado a por la bola y ni siquiera la ha pedido. Miki no: él es un robabolas psicópata temerario. Cuando el compañero arma el brazo para impactar a la bola, de repente aparece el brazo de Miki y la golpea. Si Jesús va para atrás a devolver un globo, se encuentra con Miki que ha invadido su lado y viene de frente a golpear, sin importarle que tiene delante a su compañero. En varias jugadas la integridad física de Jesús corrió un grave peligro, y los encontronazos entre ambos jugadores fueron constantes. Si yo estoy aquí y puedo escribir algo, tal vez sea porque hay alguien en alguna parte que quiere que así sea y prefiere no verme con un trozo de pala Dunlop incrustrado en el cráneo.
Buenas noches y buen pádel.
FICHA
La Pareja Espartana (Jesús (D) - Miki (I)) vence a Carlosalberto (Alberto (D) - Carlos (I)) por 6-1/6-3/6(3)-7/7-5
C.T. Coslada, pista 4
Tarde muy calurosa, con un sol muy molesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario