Si hubiese que destacar algo del partido de ayer, probablemente lo primero que viniese a la cabeza sería el asfixiante calor que tuvimos que padecer. ¿Y qué? También los ciclistas, los esforzados de la ruta, ruedan durante horas bajo un sol de justicia, puerto arriba y puerto abajo. Y los propios tenistas, que saltan a las abrasadoras pistas de cemento o tierra batida en plena hora de la siesta. Así pues, unos míseros grados de más no podían echarnos atrás. Dicho todo esto, estaría cojonudo poder jugar a partir de las siete, pero no se pueden pillar pistas tan tarde.
Centrémonos ahora en lo que se vio en la pista, que fue mucho y bueno. Creo que no me equivoco al decir que fue el partido con mayor nivel técnico de los disputados hasta la fecha. Probablemente haya habido partido más emocionantes y con un marcador más ajustado y luchado, pero el juego desplegado hoy en la pista 4 del C.T. Coslada se encontraba a otra dimensión del visto en cualquiera de esos partidos que ahora puedan venir a la mente.
El juego giró completamente en torno a la red, con la volea, el globo y el mate como golpes fundamentales. Los golpes violentos desde el fondo de la pista, tan habituales hasta hoy, eran menos decisivos y cada vez se utilizaban menos. Esta forma de jugar es mucho más complicada, requiere mayor despliegue físico y se mezclan puntos con resoluciones rápidas con otros espectaculares, donde cada pareja tiene que intercambiar las posiciones una y otra vez. Salvo que el jugador tenga una gran técnica y precisión, pueda ejecutar precisos passing shots o jugar muy bien con la pared, el juego de fondo de la pista frente a este juego de red está en franca desventaja.
El partido, con este dinámico y relativamente novedoso estilo de juego (ya se había dejado entrever en algunos sets de los últimos partidos), resultó tremendamente igualado, con los cuatro jugadores dejándose la piel en esa caldera (literalmente) que era la pista. Hubo muchísimos puntos de break, hecho que demostró que, o bien no fue el día del saque, o que fue el día de los restadores. La clave residió en los juegos en los que una pareja lograba confirmar el break logrado en el juego anterior, ya que de esta manera dejaban el set encarrilado.
La Pareja Espartana llegó primero a la pista, y tras el eterno calentamiento de Miki, eligió lado. Jesús, que se las sabe todas, se colocó en el campo izquierdo, que no recibe el sol de cara y tiene sombra a partir de las siete. De esta manera, jugaban en el mejor campo en los juegos impares, que suelen ser los decisivos. La pareja AlJa (Álvaro y Javier) comenzó sacando, pero los espartanos empezaron a mostrar su agresivo juego desde el principio, poniendo un rápido 3-1 en el marcador. Álvaro se desesperaba y se dedicaba a pasar las bolas al otro campo a patadas: las bolas no pasaban, pero su zapatilla logró traspasar elegantemente los límites del campo para caer con delicadeza en la pista de al lado, mientras el descojone generalizado ponía la banda sonora al grácil vuelo zapatillil. La Pareja Espartana logró rentabilizar el break inicial, aprovechando el desconcierto de Álvaro, y aunque Javi salvaba lo que podía, no fue suficiente y el primer set cayó del lado espartano por 6-2.
En el segundo set, el AlJa quisó restablecer su orgullo herido y mostraron un juego más agresivo, imitando en cierto modo la táctica de su rival, a la vez que intentaban machacar físicamente a Miki. Los breaks eran casi continuos y la igualdad se reflejaba en el marcador. No obstante, una ruptura del servicio de Javi y la posterior consolidación de Miki, dejó al AlJa atrás con 5-3. Álvaro salvó su servicio a duras penas (ayer no fue su día del saque) poniendo el 5-4. Jesús, combinando saques paralelos al revés de Álvaro y saques cortados contra pared para Javi, solventó su servicio y permitió a La Pareja Espartana adjudicarse el set por 6-4.
Todo parecía rodado para los espartanos que tal vez por eso se confiaron en el tercer set. Se vio alguna frivolité de Miki (esa elegante forma de dejar pasar la bola entre las piernas para golpearla al volver), con numerosas cagadas de Jesús (muchos mates desaprovechados y alguna doble falta) y otras de Miki (esos restos fallidos). Con todo esto, y el ánimo de ver que podían dar la vuelta al partido, el AlJa siguió su línea ascendente y se adjudicó el set por 6-2. Álvaro estaba menos fallón, Javi devolvía bolas indevolvibles (toma palabro), y ambos colonizaron la red en esta manga, con la ventaja que ello supone .
El cuarto set fue sin duda el mejor del partido. Se mezcló la clase innata de los jugadores con la épica del calor y el cansancio (Miki le pidió a Jesús que corriera por él, que ya no podía). Era un momento crítico para los espartanos, que veían que un quinto set hubiera mandado a Miki al Hades, y se encontraban con un rival enfrente que venía desde atrás a toda velocidad con mucha moral y un juego dominador por momentos. Con la falta de fuelle ya no era posible mostrar tan a menudo la agresividad de sets anteriores, por lo que los espartanos optaron por potenciar más el globo. Jesús potenció su globo coñero, que se diferencia del resto de globos en que da siempre en el borde la pista, SIEMPRE, junto a la pared apurando al máximo. El AlJa se veía obligado a subir y bajar continuamente, y si encima te toca devolver globos coñeros, tu moral se va resquebrajando poquito a poco. Todo este esfuerzo les pasó factura, pues el set se había parecido en la evolución de la puntuación al segundo, llegando con un 4-4 y saque para Javi. Los juegos se habían desarrollado con gran igualdad, alcanzando casi siempre al deuce, incluso con los espartanos a remolque, teniendo que remontar con su saque 0-40 ó 15-40. Sin embargo, en el momento decisivo (siempre digo esto del "momento decisivo"), los espartanos supieron sacar fuerzas de flaqueza para lograr la ruptura en el saque de Javi. Tal vez fuese por ese plus competitivo espartano, por el derroche del AlJa durante el set o por la coña, pero el caso es que ahora La Pareja Espartana tenía 5-4 y el saque de Miki para ganar el partido. La lucha siguió, pero con 40-30, un globo de Álvaro daba en la pared lateral y el partido, el partidazo, había llegado a su fin. En ese momento, cuatro titanes, quemados por el sol, se desplomaron de cansancio sobre la pista.
Como quedaba tiempo, se jugó un quinto set para terminar la diversión. Pero, con Miki completamente muerto y Álvaro desconectado mentalmente, la cosa no dio para mucho. 5-1 espartano sin mucha historia.
Es al acabar el partido y se comenta el juego hasta llegar al coche cuando saltan las preguntas: ¿hubieran aguantado los espartanos un quinto set?, ¿y si se pudiera jugar más tarde?, ¿y si se hubiera sacado mejor?; si Luz Casal odia al perro de Heidi, ¿Luz es antiniebla?
Como recuerdo, Miki se llevó el trofeo del partido: una distinguida y estilizada botella de plástico, guardada en una cuidada y no menos elegante bolsa del Mercadona. Ya tiene algo de lo que presumir.
FICHA
La Pareja Espartana (Jesús (D) - Miki (I)) ganan a AlJa GFI (Álvaro(D) - Javi(I)) por 6-2/6-4/2-6/6-4/bonus-set 5-1
C.T. Coslada, pista 4
Ni el Tato en las pistas, ni en la calle, ni en ningún lado, al menos hasta las siete.
Joé qué caló hacía, menos de 33 grados seguro que no había.
Centrémonos ahora en lo que se vio en la pista, que fue mucho y bueno. Creo que no me equivoco al decir que fue el partido con mayor nivel técnico de los disputados hasta la fecha. Probablemente haya habido partido más emocionantes y con un marcador más ajustado y luchado, pero el juego desplegado hoy en la pista 4 del C.T. Coslada se encontraba a otra dimensión del visto en cualquiera de esos partidos que ahora puedan venir a la mente.
El juego giró completamente en torno a la red, con la volea, el globo y el mate como golpes fundamentales. Los golpes violentos desde el fondo de la pista, tan habituales hasta hoy, eran menos decisivos y cada vez se utilizaban menos. Esta forma de jugar es mucho más complicada, requiere mayor despliegue físico y se mezclan puntos con resoluciones rápidas con otros espectaculares, donde cada pareja tiene que intercambiar las posiciones una y otra vez. Salvo que el jugador tenga una gran técnica y precisión, pueda ejecutar precisos passing shots o jugar muy bien con la pared, el juego de fondo de la pista frente a este juego de red está en franca desventaja.
El partido, con este dinámico y relativamente novedoso estilo de juego (ya se había dejado entrever en algunos sets de los últimos partidos), resultó tremendamente igualado, con los cuatro jugadores dejándose la piel en esa caldera (literalmente) que era la pista. Hubo muchísimos puntos de break, hecho que demostró que, o bien no fue el día del saque, o que fue el día de los restadores. La clave residió en los juegos en los que una pareja lograba confirmar el break logrado en el juego anterior, ya que de esta manera dejaban el set encarrilado.
La Pareja Espartana llegó primero a la pista, y tras el eterno calentamiento de Miki, eligió lado. Jesús, que se las sabe todas, se colocó en el campo izquierdo, que no recibe el sol de cara y tiene sombra a partir de las siete. De esta manera, jugaban en el mejor campo en los juegos impares, que suelen ser los decisivos. La pareja AlJa (Álvaro y Javier) comenzó sacando, pero los espartanos empezaron a mostrar su agresivo juego desde el principio, poniendo un rápido 3-1 en el marcador. Álvaro se desesperaba y se dedicaba a pasar las bolas al otro campo a patadas: las bolas no pasaban, pero su zapatilla logró traspasar elegantemente los límites del campo para caer con delicadeza en la pista de al lado, mientras el descojone generalizado ponía la banda sonora al grácil vuelo zapatillil. La Pareja Espartana logró rentabilizar el break inicial, aprovechando el desconcierto de Álvaro, y aunque Javi salvaba lo que podía, no fue suficiente y el primer set cayó del lado espartano por 6-2.
En el segundo set, el AlJa quisó restablecer su orgullo herido y mostraron un juego más agresivo, imitando en cierto modo la táctica de su rival, a la vez que intentaban machacar físicamente a Miki. Los breaks eran casi continuos y la igualdad se reflejaba en el marcador. No obstante, una ruptura del servicio de Javi y la posterior consolidación de Miki, dejó al AlJa atrás con 5-3. Álvaro salvó su servicio a duras penas (ayer no fue su día del saque) poniendo el 5-4. Jesús, combinando saques paralelos al revés de Álvaro y saques cortados contra pared para Javi, solventó su servicio y permitió a La Pareja Espartana adjudicarse el set por 6-4.
Todo parecía rodado para los espartanos que tal vez por eso se confiaron en el tercer set. Se vio alguna frivolité de Miki (esa elegante forma de dejar pasar la bola entre las piernas para golpearla al volver), con numerosas cagadas de Jesús (muchos mates desaprovechados y alguna doble falta) y otras de Miki (esos restos fallidos). Con todo esto, y el ánimo de ver que podían dar la vuelta al partido, el AlJa siguió su línea ascendente y se adjudicó el set por 6-2. Álvaro estaba menos fallón, Javi devolvía bolas indevolvibles (toma palabro), y ambos colonizaron la red en esta manga, con la ventaja que ello supone .
El cuarto set fue sin duda el mejor del partido. Se mezcló la clase innata de los jugadores con la épica del calor y el cansancio (Miki le pidió a Jesús que corriera por él, que ya no podía). Era un momento crítico para los espartanos, que veían que un quinto set hubiera mandado a Miki al Hades, y se encontraban con un rival enfrente que venía desde atrás a toda velocidad con mucha moral y un juego dominador por momentos. Con la falta de fuelle ya no era posible mostrar tan a menudo la agresividad de sets anteriores, por lo que los espartanos optaron por potenciar más el globo. Jesús potenció su globo coñero, que se diferencia del resto de globos en que da siempre en el borde la pista, SIEMPRE, junto a la pared apurando al máximo. El AlJa se veía obligado a subir y bajar continuamente, y si encima te toca devolver globos coñeros, tu moral se va resquebrajando poquito a poco. Todo este esfuerzo les pasó factura, pues el set se había parecido en la evolución de la puntuación al segundo, llegando con un 4-4 y saque para Javi. Los juegos se habían desarrollado con gran igualdad, alcanzando casi siempre al deuce, incluso con los espartanos a remolque, teniendo que remontar con su saque 0-40 ó 15-40. Sin embargo, en el momento decisivo (siempre digo esto del "momento decisivo"), los espartanos supieron sacar fuerzas de flaqueza para lograr la ruptura en el saque de Javi. Tal vez fuese por ese plus competitivo espartano, por el derroche del AlJa durante el set o por la coña, pero el caso es que ahora La Pareja Espartana tenía 5-4 y el saque de Miki para ganar el partido. La lucha siguió, pero con 40-30, un globo de Álvaro daba en la pared lateral y el partido, el partidazo, había llegado a su fin. En ese momento, cuatro titanes, quemados por el sol, se desplomaron de cansancio sobre la pista.
Como quedaba tiempo, se jugó un quinto set para terminar la diversión. Pero, con Miki completamente muerto y Álvaro desconectado mentalmente, la cosa no dio para mucho. 5-1 espartano sin mucha historia.
Es al acabar el partido y se comenta el juego hasta llegar al coche cuando saltan las preguntas: ¿hubieran aguantado los espartanos un quinto set?, ¿y si se pudiera jugar más tarde?, ¿y si se hubiera sacado mejor?; si Luz Casal odia al perro de Heidi, ¿Luz es antiniebla?
Como recuerdo, Miki se llevó el trofeo del partido: una distinguida y estilizada botella de plástico, guardada en una cuidada y no menos elegante bolsa del Mercadona. Ya tiene algo de lo que presumir.
FICHA
La Pareja Espartana (Jesús (D) - Miki (I)) ganan a AlJa GFI (Álvaro(D) - Javi(I)) por 6-2/6-4/2-6/6-4/bonus-set 5-1
C.T. Coslada, pista 4
Ni el Tato en las pistas, ni en la calle, ni en ningún lado, al menos hasta las siete.
Joé qué caló hacía, menos de 33 grados seguro que no había.
La pareja AlJo estará dispuesta para jugar dentro de pocos días, eso sí, a partir de las 7 de la tarde como mínimo... antes es imposible jugar, lo digo por los rayos del sol que me impiden ver los disparos certeros de mis contrincantes, no por el calor, jaja
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